Comienzo mi día con un ligero desayuno que consiste en pan dulce y mermelada de higo, café y jugo de naranja. Me dirijo hacia «Memphis», que fue la antigua capital de imperio egipcio. Se encuentra a pocos kilómetros de El Cairo y posee una gran riqueza arqueológica. Mi acompañante es una dulce joven egipcia, su nombre es Shaymaa.
En el museo de Memphis, se encuentra una estatua colosal de Ramsés II, además de otras piezas que son exhibidas al aire libre.
Posteriormente, nos dirigimos hacia Saqqara, donde se encuentra la precursora del sistema de pirámides en Egipto, la pirámide escalonada, y el museo de Imhotep. Éste último es conocido por ser el primer arquitecto de la historia, además de ingeniero, médico y astrónomo.
La importancia de este complejo radica en su antigüedad (3000 a. C.), donde Imhotep diseñó la ingeniosa pirámide escalonada como tumba para su faraón Zoser. Fue revolucionaria porque, hasta el momento, el sistema de tumbas se componía por unas edificaciones llamadas mastabas, que son estructuras troncopiramidales de base rectangular.
El conjunto estaba circundado por una muralla que, a pesar de su longitud y de su antigüedad, aún conserva tramos que se mantienen en pie. Esto se debe a que no fue diseñada linealmente, sino a manera de greca, reforzándola y otorgándole estabilidad.
Al centro del complejo se yergue la pirámide escalonada. Frágil y debilitada con el paso de los miles de años. No es posible acercarse mucho ni escalarla o acceder a su interior, ya que se encuentra, desde hace tiempo en proceso de restauración y conservación. Da la impresión de que las piedras se encuentran apuntaladas y de que el menor movimiento provocaría que se viniera abajo cual efecto dominó.
Fue el primer cenotafio (o tumba vacía) monumental real y es considerada la gran estructura en piedra más antigua de Egipto y del mundo. Antes de ésta, las tumbas consistían en cámaras subterráneas, cubiertas por una estructura de adobe, las ya mencionadas «mastabas». En realidad, la pirámide escalonada no es más que un conjunto de mastabas, una más alta que la anterior o la que la rodea, más baja que la otra, depende de la apreciación.
En la parte posterior, se encuentra una pequeña «edificación» que no es ni si quiera una habitación, más bien es un cubo fabricado con mampostería de piedra que, en su interior, aloja una pequeña estatua del faraón Zoser. Lo curioso es que, en realidad, no se ve, sino a través de un diminuto orificio.
Al final, dejamos el lugar, de suave arena dorada, desde el que se apreciaba una infinita plantación de palmeras de dátiles. Les regalo esta vista.
Gema de viaje 
¿Es cierto que es una de las últimas construidas ?
Por cierto, tu amiga Shaymaa es guapísima.
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Realmente no estoy segura de que haya sido de las últimas en construir.
Lamentablemente, mi amiga ya está casada. Gracias por leer.
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Está muy interesante tu sitio, por otra parte el que una mujer se case no le resta belleza, o si?
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Desde luego, estoy de acuerdo contigo en eso.
Muchas gracias por estar pendiente de mis publicaciones.
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